El pasado fin de semana, el Centro Cultural de Tamajón se vistió de gala al albergar el séptimo Certamen de Villancicos, un evento que combinó folklore, música y el espíritu navideño en un ambiente cargado de emociones. Cuatro agrupaciones folklóricas protagonizaron la jornada: los Cencerrones de Cantalojas, la Ronda de Azuqueca, la Ronda de Atanzón y la Ronda La Calandria de Cifuentes.
El evento comenzó en la residencia Virgen de los Enebrales, donde los grupos musicales llevaron un poco de alegría a los residentes mayores. Este gesto fue acompañado por una reunión organizada por el Ayuntamiento con los familiares de los ancianos. Durante la visita, el alcalde de Tamajón, Eugenio Esteban, anunció la reciente obtención de permisos para que la residencia comience a operar tras la ampliación de sus instalaciones.
El certamen continuó en el Centro Cultural de Tamajón, un edificio que ha sido un punto de encuentro desde 2012, reconocible por su característica torre del reloj. En este recinto, las melodías y risas navideñas transformaron el frío día serrano en una cálida celebración. Los Cencerrones de Cantalojas, liderados por Antonio Garrido, inauguraron la presentación con canciones que reviven antiguas tradiciones como la «Pastorada», manteniendo vivas las costumbres rurales.
Por su parte, la Ronda de Azuqueca emocionó al público con villancicos que narran conmovedoras historias. En especial, su interpretación de «El milagro de la Navidad» tocó profundamente a los presentes, al narrar el dolor y la posterior recuperación de una familia, evocando el verdadero espíritu de la festividad.
La Ronda La Calandria de Cifuentes también dejó su sello imborrable, destacando su devoción por la música folk y a pesar de enfrentar la falta de subvenciones, continúan perseverando por amor a la tradición. Faustino Batanero, uno de sus miembros, expresó su aprecio por el pueblo de Tamajón, rindiendo homenaje con icónicas canciones del folklore local.
No menos importantes fueron las actuaciones de la Ronda de Atanzón. Valentín Pérez, hablando en nombre del grupo, subrayó la especial relación que comparten con Tamajón. Presentaron piezas inéditas como «Manuela» y «Nacido en Atanzón», ambas obras del compositor Diego Pérez Pezuela, que reflejan la rica herencia cultural compartida por estas localidades.
El certamen concluyó con una comida comunitaria donde los integrantes de los grupos saborearon platos típicos, mientras continuaban cantando y celebrando al ritmo de sus tradicionales melodías. Este festivo encuentro no solo resaltó la devoción compartida por el folklore sino también fortaleció los lazos de amistad y comunidad que unen a estos pueblos, transformando el evento en una verdadera manifestación de unidad y tradición navideña.