A pesar de la inclemencia del tiempo, el color y la cretividad fueron los auténticos protagonistas durante la tarde en la calle Empedrada, que se vio invadida por una marea de deslumbrantes máscaras y disfraces en la celebración del 37º concurso de máscaras mayores. Cultura, humor e historia se fusionaron en este evento, llevando consigo un torbellino de alegría y diversión.
Una charanga animó la jornada, inundando cada rincón con su música pegadiza, que hizo aún más amigable el frío ambiente del domingual carnaval. Las máscaras, cada una con su característica particular, aportaron humor a la festividad, representando variados programa de televisión ya sean los de antaño o los actuales, figuras históricas, e incluso instrumentos musicales.
Había un sinfín de ingeniosos y llamativos disfraces. Uno de los más destacados fue el de un turista, mostrando su entusiasmo por el recorrer y conocer los rincones más emblemáticos de Manzanares, recordando a los espectadores la belleza que reside en su propia ciudad.
Otro disfraz notable, que impresionó a los espectadores, fue el de los enormes simios XXL, que con su gran tamaño y la impecable representación de los disfraces, fueron un imán para las cámaras y el lente de los curiosos.
Mientras el clima exterior pudiera haber mantenido a algunos dentro de casa, los fieles asistentes a este evento vibraron con el despliegue de originalidad, tradición e imaginación. Al final del día, este concurso de máscaras demostró que no se necesita sol para sacar brillo al carnaval y que, a pesar de la fría tarde, era posible tener calor, gracias al fuego de la fiesta. Año tras año, este espíritu inquebrantable y amor por la celebración y el espectáculo, son la verdadera esencia del carnaval en Manzanares.
Fuente: Facebook Ayuntamiento de Manzanares