El Gobierno de Castilla-La Mancha sigue apostando por el sector vitivinícola, una de las grandes joyas de la región. En un reciente acto celebrado en Manzanares, la delegada provincial Blanca Fernández anunció la inversión de 10,4 millones de euros en ayudas VINATI para la provincia de Ciudad Real. Esta cifra, sumada a aportaciones adicionales, resultará en una inversión total de 24 millones de euros destinados a la modernización de bodegas y cooperativas, así como a la mejora de los procesos de producción.
Las ayudas, que benefician a 21 proyectos considerados muy interesantes para el sector, son parte del compromiso del Gobierno regional por impulsar la industria vitivinícola y potenciar su desarrollo. El anuncio se realizó durante la presentación de las XI Jornadas ‘Alma del vino’, un evento que reunió a autoridades locales, representantes de bodegas colaboradoras y diversos actores de la comunidad cultural, empresarial y vecinal de la ciudad.
Blanca Fernández destacó la importancia del sector vitivinícola en la economía de Castilla-La Mancha y su contribución a la generación de empleo. Asimismo, resaltó el éxito de las exportaciones de vino de la región, que el año anterior alcanzaron una facturación de 887 millones de euros. Sin embargo, la delegada provincial señaló que uno de los desafíos pendientes es fomentar el consumo moderado de vino entre la población, donde el sector hostelero juega un papel clave.
En este contexto, Fernández hizo un llamamiento a la unidad de acción y consenso en el sector vitivinícola, subrayando su importancia para la identidad y la cultura de Castilla-La Mancha. La apuesta por el vino se vislumbra como estratégica tanto para Ciudad Real como para la región en su conjunto, promoviendo un consumo responsable y apoyando la calidad y excelencia de los vinos producidos en la zona.
En definitiva, las ayudas VINATI representan una oportunidad para potenciar y fortalecer el sector vitivinícola de la región, consolidando su posición como referente en el panorama nacional e internacional. Un impulso que, sin duda, contribuirá al crecimiento y la proyección del vino castellano-manchego en el mercado global.
